La Diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (o azúcar en sangre), que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios.

Diabetes tipo 1: conocida como diabetes juvenil o diabetes insulinodependiente, es una afección crónica en la que el páncreas produce poca o ninguna insulina por sí mismo.

Diabetes tipo 2:  Es la más común, generalmente en adultos, que ocurre cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente insulina.

DATOS CLAVES
  • La diabetes tipo 1 no se puede prevenir. La diabetes tipo 2 a menudo se puede prevenir mediante una dieta saludable, actividad física regular, mantener un peso corporal normal y evitar el consumo de tabaco.
  • La diabetes es una de las principales causas de ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y amputación de miembros inferiores.
  • Se puede tratar y sus complicaciones se pueden evitar o retrasar con exámenes y tratamientos regulares.
  • Las personas con diabetes deben someterse a pruebas periódicas de detección de complicaciones para ayudar en la detección temprana. Esto incluye pruebas de detección de enfermedades renales, exámenes oculares periódicos y evaluaciones de los pies.
  • Dejar de fumar reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 entre un 30 y un 40%.
  • La diabetes se asocia con aproximadamente el doble de riesgo de padecer tuberculosis (TB) y un mayor riesgo de tuberculosis multirresistente. Las personas con tuberculosis y diabetes tienen el doble de probabilidades de morir durante el tratamiento de la tuberculosis y tienen el doble de riesgo de recaída de la tuberculosis una vez finalizado el tratamiento.
  • Sólo alrededor del 50% de las personas con diabetes tipo 2 obtienen la insulina que necesitan, a menudo porque los sistemas de salud de su país no pueden permitírselo.
SÍNTOMAS

Los síntomas de la Diabetes dependen del nivel de glucosa sanguínea. Es posible que algunas personas no presenten síntomas, especialmente si tienen prediabetes, diabetes gestacional o diabetes tipo 2. En el caso de la diabetes tipo 1, los síntomas tienden a aparecer rápido y a ser más intensos.

Algunos de los síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2 incluyen los siguientes:

  • Más sed de lo habitual.
  • Micción frecuente.
  • Pérdida de peso involuntaria.
  • Presencia de cetonas en la orina. Las cetonas son un producto secundario de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina.
  • Sensación de cansancio y debilidad.
  • Sensación de irritabilidad u otros cambios en el estado de ánimo.
  • Visión borrosa.
  • Llagas que tardan en cicatrizar.
  • Infecciones frecuentes, como en las encías, la piel o la vagina.

 

Si bien la diabetes tipo 1 puede manifestarse a cualquier edad, suele ocurrir en la infancia o la adolescencia. La diabetes tipo 2, el tipo más común, también puede manifestarse a cualquier edad, pero es más frecuente en personas mayores de 40 años. Sin embargo, están aumentando los casos de diabetes tipo 2 en niños.

CAUSAS

Para comprender la diabetes, es importante entender cómo el cuerpo usa habitualmente la glucosa.

¿Cómo funciona la insulina?
La insulina es una hormona que proviene de una glándula situada detrás y debajo del estómago (páncreas).

  • El páncreas libera insulina en el torrente sanguíneo.
  • La insulina circula y permite que el azúcar entre en las células.
  • La insulina reduce la cantidad de azúcar presente en el torrente sanguíneo.
  • A medida que el nivel de glucosa sanguínea baja, también lo hace la secreción de insulina del páncreas.

 

La función de la glucosa
La glucosa, un tipo de azúcar, es la principal fuente de energía de las células que forman los músculos y otros tejidos.

La glucosa proviene de dos fuentes principales: los alimentos y el hígado.

La glucosa se absorbe en el torrente sanguíneo, en donde ingresa en las células con la ayuda de la insulina.
El hígado elabora y almacena glucosa.

Cuando los niveles de glucosa son bajos, como cuando no has comido por un buen rato, el hígado convierte el glucógeno almacenado en glucosa. Así mantiene tu nivel de glucosa dentro de un nivel normal.

La causa exacta de la mayoría de los tipos de diabetes se desconoce. En todos los casos, la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo. Esto se debe a que el páncreas no produce suficiente insulina. Ambas clases de diabetes, tipo 1 y tipo 2, pueden causarse por una combinación de factores genéticos y ambientales. No se conoce realmente cuáles son estos factores.

PREVENCIÓN

La diabetes tipo 1 no puede prevenirse. Sin embargo, las mismas elecciones de estilo de vida saludable que ayudan a tratar la prediabetes, la diabetes tipo 2 y la diabetes gestacional también pueden ayudar a prevenirla:

Come alimentos saludables. Elige alimentos ricos en fibra, con bajo contenido graso y pocas calorías. Céntrate en las frutas, las verduras y los granos integrales. Come variado para evitar el aburrimiento.

Haz más actividad física. Haz unos 30 minutos de actividad aeróbica moderada la mayoría de los días de la semana. Intenta realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana. Por ejemplo, puedes dar un paseo diario a paso ligero. Si no puedes realizar un entrenamiento prolongado, divídelo en sesiones más cortas durante el día.

Pierde el exceso de peso. Si tienes sobrepeso, bajar incluso el 7 % de tu peso corporal puede reducir el riesgo de tener diabetes. Por ejemplo, si pesas 200 libras (90,7 kilogramos), perder 14 libras (6,4 kilogramos) puede reducir el riesgo de diabetes.

Sin embargo, no intentes bajar de peso durante el embarazo. Consulta con tu proveedor de atención médica qué cantidad de peso es saludable que aumentes durante el embarazo.

Para mantener tu peso en un rango saludable, céntrate en cambios a largo plazo en los hábitos de alimentación y de ejercicio. Recuerda los beneficios de perder peso, como tener un corazón más sano, más energía y una mayor autoestima.

A veces, los fármacos son una alternativa. Los fármacos orales para la diabetes, como la metformina (Glumetza, Fortamet y otros), pueden reducir el riesgo de diabetes tipo 2; sin embargo, la elección de un estilo de vida saludable es importante. Si tienes prediabetes, haz que te controlen el nivel de glucosa sanguínea al menos una vez al año para comprobar que no tengas diabetes tipo 2.

¿CUÁNDO DEBES CONSULTAR AL MÉDICO?
  • Si crees que tienes diabetes, comunicate con el proveedor de atención médica si notas cualquier síntoma posible de diabetes. Cuanto antes se diagnostique la enfermedad, más rápido puede comenzar el tratamiento.
  • Si ya te han diagnosticado diabetes. Después de recibir el diagnóstico, necesitarás un riguroso seguimiento médico hasta que tus niveles de glucosa en la sangre se estabilicen.

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